Si os digo la verdad esta tarta la hice hace un par de meses. Como siempre, la excusa de un cumpleaños de un compañero de trabajo. Nos invitó a unos cuantos a su casa y en agradecimiento hice esta tarta. La había leído en el blog Una pincelada en la cocina y bueno -como siempre hago- la he adaptado a mis gustos. En este caso varié las frambuesas por las moras y añadí especias que me gustan. La combinación de manzana y frambuesa/mora me resultaba un poco chocante, un poco exótica. El resultado estupendo. Aunque creo que las manzanas me quedaron un poco enteritas, crujían un poquito. Quizás las partí en trozos demasiados grandes y por eso no se cocieron bien. Tengo que repetirla cuando estemos en temporada de moras o de frambuesas… la siguiente prueba fijo que con moras…
Respecto a la receta, yo os voy a dar cantidades para un molde redondo de unos 28 cm. Pero la tarta que yo hice fue para un molde rectangular tamaño familiar y por eso las fotos que váis a ver son más bien orientativas.
Qué necesitamos (para un molde de 28 cm):
Para la base:
- 325 g harina de trigo
- 1 1/2 cucharadita de levadura química
- 125 g de mantequilla/margarina del tiempo
- 2 huevos
- una pizca de sal
- 80 g azúcar blanca (podéis utilizar también azúcar moreno)
- 2 sobres de azúcar avainillada
- 1 cucharada de leche
- 1 cucharadia de canela
- una punta de cuchillo de cardamomo
- 1/2 cucharadita de jenjibre
Para el relleno:
- 700 g manzanas (yo compré reinetas)
- 160 g frambuesas frescas
- 100 g azúcar blanquilla (podéis utilizar azúcar moreno)
- 2 magdalenas
- 1 1/2 cucharada de maicena
Para decorar:
- huevo batido
- leche
- canela
- azúcar moreno
Cómo lo hacemos:
Ya os he dicho que la tarta era para el cumpleaños de un compi y las fotos que os voy a poner corresponden a un tamaño de molde gigante. Siempre hay que jugar a doblar los ingredientes si queréis hacer una tarta más grande. Yo en este caso la hice tamaño “cumpleaños que no sabes cúanta gente va a ir”. Finalmente me salió tal cantidad de masa y relleno que me dio para hacer una mini tarta para mí.
Vamos a por la receta:
Lo primero que vamos a hacer es coger una ensaladera y poner en ella la harina, la levadura, las especias, la sal y el azúcar. Removemos bien para que se mezclen todos los ingredientes.
A continuación echamos la mantequilla y amasamos con las manos… ya sabéis que yo no tengo máquina de amasar. Incorporamos los huevos y la leche. Seguramente tengamos que embadurnarnos las manos con un poco de harina para que la masa no se nos pegue. Seguimos amasando hasta formar una bola de pasta.
- 1. Incorporamos mantequilla
- 2. Amasamos con las manos
- 3. Agregamos los huevos y la leche
- 4. Masa lista
La bola de pasta la envolvemos en papel de plástico y la dejamos enfriar en la nevera. Lo normal es dejarla una hora. Pero bueno, yo la dejé como una media hora (en lo que preparé el relleno).
Empezamos con el relleno lavando y pelando las manzanas. Las cortamos en daditos de tamaño medio. Como os dije al principio, creo que cometí el fallo de partir las manzanas en trozos grandes y quizás por eso estaban un poquito duras.
- 1. Pelamos las manzanas
- 2. Cortamos en cuadraditos
Incorporamos el azúcar, las frambuesas y tres cucharadas rasas de maicena. Mezclamos bien toda la fruta y la dejamos macerar como una media hora.
No se me olvidan las magdalenas; hay que desmigarlas. Podéis utilizar cualquier otro tipo de bizcochito o similar. Las reservamos.
Sacamos la masa de la nevera y la dividimos en dos partes; una la vamos a estirar y la otra la dejamos otra vez al frío. Es muy fácil estirar la masa entre dos hojas de papel de hornear… así no se nos pegará al rodillo.
- 1. Ponemos la masa entre dos hojas de papel de hornear
- 2. Extendemos bien la masa con la ayuda del rodillo
Ponemos la masa en el molde cuadrado previamente engrasado con un poquito de margarina. Metemos la base en el horno unos diez minutos a unos 180º. De esta manera la masa se quedará hecha y no correremos peligro de que con el peso del relleno se quede cruda.
El relleno tiene una pinta estupenda… las manzanas se han vuelto coloradas… ¡qué bonito! Ahora tenemos que incorporar al relleno las migas de las magdalenas. Os preguntaréis por qué hay que poner esto en el relleno. Al dejar macerando las frutas con el azúcar, éstas sueltan jugo. De esta manera lo que hacemos es que las migas absorban ese jugo y quede más enterito el relleno. Seguro que habréis visto también en alguna otra receta de repostería – por ejemplo el Strudel- que al relleno se le pone pan rallado. Pues las magdalenas y el pan rallado hacen el mismo efecto. Mezclamos las frutas y las migas y echamos el relleno encima de la base de la tarta.
- 1. Relleno listo
- 2. Mezclamos con las migas de magdalena
- 3. Distribuimos el relleno por encima de la base
Ahora toca hacer la “tapa” de la tarta. Hacemos la misma operación que con la base: ponemos la bola que nos queda de masa entre dos papeles de hornear y estiramos con el rodillo. Cuando la tengamos estirada, la colocamos encima del relleno, presionamos los bordes con los dedos para que se sellen y recortamos la masa que nos sobre. Hacemos unos cuantos cortes con un cuchillo por toda la tarta con el fin de que salga el vapor al cocerse la fruta.
Pintamos la tarta con una mezcla de huevo batido y leche.
Esparcimos un poquito de canela y de azúcar moreno por encima. Metemos la tarta en el horno como unos 45-50 minutos a unos 180º.
El resultado es el siguiente:
Y lo que me sobró de pasta lo empleé en una para mí.
Así quedó el relleno:
La verdad es que no quedó nada de la tarta… ni en el cumple ni en casa de mis padres… Os la recomiendo para cuando estemos en temporada de frambuesas y moras… Ahora en diciembre son un poco carassss.