La primera vez que probé la tarta de zanahorias fue en un Café de Madrid. Y esto fue hace siglos… Se puso muy de moda ofrecer tartas “exóticas” en los cafés y teterías de la villa. ¿Un bizcocho dulce con zanahoria? ¿Cómo sabrá esta combinación? Pues bueno, la probé y me encantó.
Años más tarde, cuando visité EE.UU. me traje un pack de esos que venden para hacer tartas instantáneas. Sólo necesitaba leche y hornear. No estuvo mal el experimento tarta “hecha de polvos”. Pero como una hecha en condiciones no tiene comparación.
Hay miles de recetas en internet; he hecho muchos intentos, pero no daba con los ingredientes exactos, la combinación perfecta… hasta que encontré una que me convenció. Y fue todo un éxito.
Ayer mismo mi hermano me pidió una receta para hacer tarta de zanahorias. Le contesté que hacía tiempo que había hecho una tarta así y que tenía en mente escribir la receta en el blog en algún momento. Así que ese momento ha llegado y me he puesto manos a la obra para presentaros esta receta y compartirla con vosotros.
Advierto que las fotos -como siempre- son para una tarta gigante, pero las cantidades que he indicado son para un molde rectangular de más o menos 31 cm x 21 cm.
Qué necesitamos:
Para la masa:
- 140 g harina de trigo
- 250 g harina de trigo integral
- 1 cucharada de levadura química
- 1/2 cucharadita de sal
- 1 1/2 cucharadita de canela
- 1 cucharadita de jenjibre molido seco
- 1/2 cucharadita de nuez moscada molida
- 1 cucharadita de cardamomo
- 270 g azúcar moreno
- 270 ml aceite de oliva
- 5 huevos
- 180 ml Buttermilch o suero de leche
- 75 g nueces peladas
- 150 zanahoria rallada (yo la compré así en el super)
Para la crema de queso:
- 120 g mantequilla/margarina
- 80 g azúcar
- 440 g queso cremoso tipo Philadelphia
- 1 cucharada de extracto de vainilla.
Cómo lo hacemos:
Lo primero que tenemos que hacer es mezclar los dos tipos de harina más la sal, levadura, jenjibre, nuez moscada, canela y cardamomo.
En otro recipiente echamos el azúcar y el aceite. Mezclamos.
Tenemos que separar las claras de las yemas. Cuando las hayamos separado, añadimos las yemas a la masa anterior. Las claras las metemos en la nevera por ahora.
Ahora hemos de añadir el Buttermilch o suero de leche. Esto es lo que me echó un poco para atrás porque no sabía dónde conseguir esto. Yo lo he visto en los supermercados de Alemania, pero aquí en España pues no. Así que me busqué una receta casera para hacerlo en casa y es superfácil. Se hace con leche entera y una cucharada de de zumo de limón. Echas en un vaso de leche la cucharada de zumo de limón y lo dejas reposar unos diez minutos. Y listo. Según he leído el suero de leche le confiere al bizcocho un plus de esponjosidad y jugosidad.
Vertemos el suero de leche en la mezcla de aceite y azúcar y batimos.
Mezclamos la masa líquida con la harina y las especias. Nos podemos ayudar de la batidora.
Añadimos la zanahoria rallada.
Y por último las nueces troceadas.
Batimos las claras con un poquito de sal a punto de nieve. Podemos ir encendiendo el horno y lo precalentamos a 160º.
Mezclamos cuidadosamente la masa con las claras. Hay que hacerlo poquito a poco y muy despacio para que no bajen las claras. Así, el bizcocho nos quedará muy esponjoso.
Engrasamos el molde y lo forramos con papel de hornear. Horneamos entre 40-45 mnts a una temperatura de 160-170º.
Lo sacamos y dejamos que se enfríe.
Mientras se enfría podemos hacer la crema de queso. Para ello, lo primero que hay que hacer es batir el queso crema. Y luego añadimos la mantequilla a temperatura ambiente. Mezclamos con una cuchara de madera.
Por último incorporamos el azúcar y el extracto de vainilla. Si no tenéis extracto podéis utlizar un poquito de azúcar avainillado o comprar una vaina de vainilla y echar un poquito en la masa.
Ahora con el bizcocho bien frio, lo damos la vuelta y procedemos a partirlo por la mitad. Yo recomiendo utilizar un cuchillo tipo jamonero para hacer el corte. Si no, otro modo es utilizar un hilo de coser a modo de cuchilla. Haríamos primeramente un corte con un cuchillo normal y luego seguiríamos con el hilo.
Una foto más de cerca del bizcocho. ¡Me quedó muy esponjoso!
Empezamos a rellenar con la crema de queso. Hay que tener en cuenta que hay que dejar una parte para cubrir la tarta totalmente.
Cuando hemos acabado de rellenar la tarta procedemos a poner la tapa al bizcocho. Fijaros que he dado la vuelta al bizcocho para que quede oculta la parte más oscura del pastel y así quede más bonito.
Procedemos a decorar la tarta. Posibilidades de decoración hay muchas; desde echar nueces molidas hasta un poquito de chocolate rallado. Yo simplemente le puse unas nueces enteras.
Una foto más de cerca…
La tarta queda mejor de un día para otro. Así los sabores se intensifican y la crema de queso solidifica un poquito y se queda más durita.
Sólo puedo decir que esta tarta llena mucho, pero está de muerte. ¡Qué aproveche!
COMO NOS TIENES ACOSTUMBRADOS,DE LUJO.
BESOS C.P
qué buenísima pinta Anita