Siempre hay una primera vez para todo, ¿no?
Hace muchos años mi madre y yo decidimos hacer un roscón de reyes y la verdad es que fue un desastre. Adelanto ya, que la masa del roscón hay que dejarla reposar. Y nosotras la dejamos reposar demasiado… Nos fuimos a dar una vuelta y cuando volvimos, se nos había salido la masa de la ensaladera donde la habíamos dejado… toda la cocina “chorreaba” pasta. Tuvimos que recoger el desastre y seguimos adelante con la receta… pero el resultado fue un poco desastroso.
Este año 2013 me decidí a probar suerte yo solita. Siempre he oído que el roscón es difícil de hacer, que lleva muchas horas y bla, bla, bla. Ahora, después de hacerlo, opino que el tiempo de reposo es fundamental (pero no pasarse de horas como hice con mi madre cuando era pequeña).
Antes de nada me metí en Internet a mirar recetas de roscones a ver si alguna me convencía. Tres fueron las finalistas:
– la receta de Alma en su blog Objetivo: cupcake perfecto.
– la receta de Javi en su blog Javirecetas.
– la receta de RTVE en su programa Las Mañana de la Uno.
La receta final que hice fue una mezcla de las tres. En la cocina hay que innovar y experimentar.
Qué necesitamos:
Masa.
- 600 g. harina
- 100 g. mantequilla/margarina blanda
- 100 g. azúcar
- Ralladura de una naranja
- 125 ml leche
- Dos cucharadas de ron añejo (yo utilicé el Bacardí de toda la vida)
- Dos cucharadas de agua de azahar
- 25 g. levadura fresca de panadería
- 2 huevos
- Papel de horno
- Figurita de roscón/habas
Decoración.
- Almendras laminadas
- 1 huevo
- Frutas escarchadas
- Azúcar
Relleno.
- 2 bricks de nata líquida para montar
- 2 sobres de azúcar vainillada
- 2 sobres de polvos para endurecer nata
Consejos:
- Agua de azahar: mi madre la compró en la farmacia, aunque leí en el blog de Javirecetas que no se debía utilizar. Mi madre preguntó a la farmacéutica y le comentó que es la que se utiliza normalmente para hacer roscones.
- Levadura de panadería: mi madre me compró un bloque en la panadería de al lado de mi casa. El bloque era de 500 g e hice un cálculo a ojo. El resto de levadura la congelé en daditos para otros menesteres (pizza, pan… etc.). También se puede utilizar levadura de panadería seca. En este caso es recomendable seguir las instrucciones del fabricante.
- Frutas escarchadas: yo compré una selección de frutas tropicales; personalmente la fruta escarchada a mí no me gusta nada, pero bueno por darle un toque tradicional las puse. Otra opción que he visto es cortar una naranja en rodajas superfinas, cubrirlas con azúcar y dejarlas macerar un rato largo antes de colocarlas en el roscón.
- Polvos para endurecer la nata o Sahnefest/Sahnesteig: estos sobres los suelo comprar en Alemania, pero aquí los he llegado a comprar en el Aldi. No obstante esto es optativo. No pasa nada si no se echa a la nata.
Cómo se hace:
En un bol echamos la harina y hacemos un hueco en medio. Por otro lado, en un cuenco más pequeño mezclamos la mantequilla con el azúcar hasta conseguir una crema homogénea. La ponemos en medio de la harina junto con la ralladura de la naranja, la sal, las dos cucharadas de ron y de agua de azahar, y por último los dos huevos.
Templamos un poquito la leche en el microondas o en un cazo y diluimos en ella la levadura fresca acompañada de una cucharadita de azúcar. Poco a poco incorporamos el líquido a la masa.
Amasamos bien la pasta con las manos. Con la masa debemos hacer una bola que vamos a dejar reposar mínimo una hora y media en un sitio templado. Yo envolví el bol con un film de plástico y lo cubrí con un paño.
Transcurrido ese tiempo, la masa ha debido de doblar su tamaño. Amasamos un poquito de nuevo la bola y hacemos un agujero en medio con la mano. ¡Gracias Mami por ayudarme con las fotos!
Y poco a poco vamos haciendo una rosca. OJO, a lo mejor la masa está muy pegajosa en este momento y debéis echar más harina; id echando según os la pida la masa.
Ponemos papel de horno en la bandeja. Dejamos la rosca en la bandeja y le damos una formita más adecuada, intentando dejar en medio un agujero grande (la masa sube mucho).
Ahora es el momento de introducir las sorpresas en la masa; yo cogí figuritas de roscones de otros años y un haba; los envolví en film y los introduje por debajo de la masa para que no se notara. Ya con su formita lo dejamos reposar otra vez como mínimo una hora. Lo volvemos a tapar con film y un trapo. En esa hora ha de doblar su tamaño.
Por último y transcurrida esa hora, empezamos a precalentar el horno. Hay que ponerlo a unos 170º (yo utilizo un horno de convección).
Batimos un huevo, pintamos el roscón, ponemos las frutas escarchadas, el azúcar, las almendras laminadas y ¡al horno durante quince – veinte minutos como mucho…! en seguida huele toda la casa a bollo rico, rico.
Nata montada
Para batir la nata la echamos en un vaso alto, si tenéis en la batidora un accesorio de varillas lo ponéis. Batid unos segundos y echadle el azúcar vainillado y los polvos para endurecer la nata (esto es opcional). Seguir batiendo y cuando tenga una consistencia buena (le dais la vuelta al vaso y la nata no resbala) ya está batida.
Si queréis rellenar el roscón éste ha de estar frío. Yo al final no lo rellené; hice la nata y luego cada uno se echó lo que quiso.
¡A mis compañeros les gustó mucho! De hecho no quedó nada de nada; ni siquiera sobró nata.